El Programa federal de los Estados Unidos de
Compensación de los Daños ocasionados por las Vacunas (Vaccine Injury
Compensation Program), conocido coloquialmente como el Juzgado de las Vacunas
(“Vaccine Court”) en USA, recientemente ha indemnizado a dos niños autistas.
Esta decisión a nivel jurídico es importante.
Tratar de relacionar vacunas con autismo no es nuevo. Hay pocas sentencias a
nivel mundial, muy pocas, que establezcan una clara relación de causalidad
entre el autismo y las vacunas. Los estudios científicos no terminan de ponerse
de acuerdo, ofreciendo así un ejemplo visible del mundo de las reacciones
adversas a los medicamentos (RAM), con respecto a la determinación de los daños
que provocan y la tardanza o no en definir claras relaciones de causalidad
medicamento/daño.
¿Por qué el famoso Programa de Compensación
de Daños por Vacunas indemniza con una suma muy importante de dinero a niños
autistas? ¿Admiten la relación de causalidad autismo/vacunas?
No. No admiten dicha relación de causalidad.
Ahora bien, sí admiten que los niños sufrieron una encefalopatía postvacunal,
la cual, sí derivó en autismo. E indemnizan por toda la consecuencia de la
cadena de la relación de causalidad: vacuna------encefalopatía-------autismo.
El Gobierno americano no admite la relación
de causalidad vacuna/autismo. Es decir, no se debe relacionar directamente vacunas
con el autismo como RAM.
Son ya varios los casos juzgados en que los
Trastornos de Espectro Autista (TEA) aparecen a la hora de indemnizar a
personas que demuestran haber sufrido
una reacción adversa grave (RAM) a una vacuna. Hay ciertas evidencias, y así lo
demuestran las decisiones de este Programa de Compensación, que ciertas RAM
pueden llegar a ocasionar tales trastornos que, con el tiempo, pueden derivar
en un TEA.
Definir bien que es un TEA y su relación con
las encefalopatías derivadas de una RAM grave a una vacuna será un interesante
campo a estudiar, debatir y definir bien en el futuro.
En Estados Unidos, muchos casos de este
estilo se transfieren a una corte especial que se llama “Autism Omnibus
Proceedings”, especializada en vacunas y
autismo. Estudian las reclamaciones de familiares de personas con TEA que
tratan de buscar una compensación porque consideran que la enfermedad ha sido
provocada por las vacunas.
Ya hay varios casos similares. El afectado
prueba (después de una larga batalla judicial) que una vacuna ocasionó una RAM
grave: encefalopatía. Posteriormente el afectado es diagnosticado dentro del
TEA. Esta “relación de causalidad en cadena”
está siendo indemnizada por los conceptos de pérdida de futuras ganancias +
dolor y sufrimiento + gastos de cuidado para toda la vida pasados, presentes y
futuros. Las indemnizaciones están siendo millonarias.
¿“Relación de
causalidad en cadena”? La llamo así porque la cadena de relación de causalidad está siempre
en suspenso:
1º Demostrar que el daño ha sido provocado
por la vacuna: RAM grave.
2º Una vez demostrado. Si el afectado sufre TEA:
demostrar la cadena de acontecimientos.
Es una cadena temporal. Los estudios, la
documentación del desarrollo, entre otros factores propias del litigio, van a
ser claves para obtener o no una indemnización donde se tenga en cuenta el
autismo. La cuantía de la indemnización oscila mucho dependiendo de si se
demuestra o no esta cadena.
Todo en suspenso, aunque los casos y las
indemnizaciones por daños y perjuicios están anticipando una nueva forma de ver
las cosas, con una mentalidad más abierta que busca acercarse a la verdad de
forma desinteresada. Al menos, es un avance en este ámbito.
En estos casos, no se demuestra que el
autismo es ocasionado por las vacunas, pero sí se indemniza, dentro del mismo
procedimiento de compensación de daños, para pagar la terapia de la persona
autista.
Seguiremos estudiando con intensidad este
tipo de casos.
Francisco Almodóvar
Abogado
Bufete RAM