El Gobierno de Estados Unidos ha respondido recientemente a una petición formal
de la organización americana sin ánimo de lucro “Judicial Watch Inc”; la
solicitud tenía por finalidad la obtención de información procedente del
Sistema de Compensación de Daños por Vacunas, en concreto, por la vacuna del
VPH (Gardasil y Cervarix).
Judicial Watch tuvo que demandar al Departamento de Salud americano
debido a que no hicieron caso de la solicitud inicial de petición de
información. La demanda la basaron en la Ley Transparencia de los Estados Unidos.
Finalmente, el Gobierno estadounidense ha proporcionado dicha información
que nos hace llegar Judicial Watch Inc. Las cifras son las siguientes:
·
49 compensados.
· Importe pagado hasta ahora: 5,877,710 dólares (casi 6 millones de dólares) en
compensaciones por daños a la víctimas de la controvertida vacuna VPH (virus
papiloma humano), incluidas los familiares de dos fallecidas. Unos 120.000
dólares por víctima.
· Hasta ahora han sido 200 las peticiones de compensación al Sistema por
esta vacuna. Es decir, van 49 compensaciones de 200 peticiones. 92 solicitudes
todavía están pendientes de resolver. De estas 92 peticiones, 87 son por daños
y 5 por muertes.
· 59 peticiones han sido rechazadas. 57 eran por daños y 2 por muertes.
Recordemos que este sistema de compensación por daños ocasionados por las
vacunas no entra a valorar la culpabilidad daño/vacuna. En este sentido es
muy parecido al sistema español de responsabilidad extracontractual objetiva.
Si se prueba la relación causal vacuna/daño = compensación. Ahí se queda la cosa.
El sistema USA de compensación por los daños ocasionados por las vacunas responde
a una iniciativa de las autoridades americanas que, junto con la industria
farmacéutica, decidieron crear en su momento con el claro propósito de “estabilizar el mercado de las vacunas”.
¿Qué queremos decir con la palabra estabilizar el mercado de las vacunas?
Es muy sencillo. En los años 80 numerosos estudios médicos comenzaron a
cuestionarse la “infabilidad” de las vacunas. Es decir, numerosos estudios
independientes demostraron que las vacunas podían causar reacciones adversas
muy graves, las cuales cuestionaban el aurea de “100% eficaz” que la ciudadanía
creía ver.
Ante estos estudios, las víctimas y familiares de menores y/o fallecidos
o incapaces, comenzaron a demandar “a mansalva”. El colapso judicial fue tal
que tuvieron que crear un Tribunal especial para este tipo de daños provocados
por las vacunas.
El “schock social” fue impresionante:
- Salud Pública Vs daños por vacunas.
- Libertad de decisión en la vacunación Vs Obligatoriedad.
La industria farmacéutica estaba perpleja. Las autoridades, imagínense. Y
con razón. Por un lado, habían ocultado muchos efectos adversos de las vacunas.
Por otro lado, los datos de eficacia de las vacunas eran muy favorables para
algunas vacunas. Ocultaron información + problema económico + defensa de la salud pública.
La inmunización sintética/artificial ha sido y es un gran negocio.
También ha sido, es y será una “preterapia”, un sistema de precaución destacado
para evitar enfermedades.
El asunto es muy complejo, se mire por donde se mire. ¿Dónde queda el ciudadano
de a pie en todo esto? ¿Tiene derecho a que la industria siga investigando en
nuevas vacunas? ¿Tiene derecho a una información veraz por parte de la
industria y de las autoridades? ¿Puede negarse a ser vacunado? ¿Puede negar a
su hijo una vacunación? ¿Deben obligar las autoridades sanitarias a vacunar?
La contestación a estas preguntar daría para más de un libro. Ahora tan
sólo mencionar que el Sistema de Compensación de daños por vacunas creado en
USA, y seguido por países como Reino Unido, es eficaz o no, según se mire.
¿Sería eficaz y bueno para nosotros que en España se creara un sistema de
compensación de los daños provocados por las vacunas?
Pregunten a los padres de un menor que ha sido dañado, quizás de por
vida, por una vacuna. La respuesta podría parecer sencilla, y muchos os
preguntaréis que dirán que Sí, que apostarían por este sistema de compensación. La
realidad es otra.
En el Bufete RAM tenemos la oportunidad de ayudar e ir de la mano
con personas que están sufriendo esta situación. Os podemos asegurar que la
respuesta no es sencilla. Todos quieren que se sepa la verdad. A todos les
hubiera gustado haber sido informados previamente sobre los riesgos. Todos
hubieran querido que el niño o el adolescente hubiera sido objeto de un test o
análisis previo para ver el estado del sistema inmunológico. Todos quieren que alguien les pida perdón.
A nivel jurídico, mi opinión, es que no estaría mal crear un sistema parecido al americano o al británico. ¿Por qué? Pues porque en España y otros países tenemos un sistema judicial muy apropiado al peregrinaje por las diferentes instancias judiciales. No se facilita la búsqueda de Justicia. Hay que avanzar hacia los derechos del ciudadano, por ejemplo, por el derecho al consentimiento informado; por el derecho a que los prospectos y ficha técnica reflejen datos reales; por el derecho a las pruebas inmunológicas previas a cualquier vacunación; por el derecho a una farmacovigilancia efectiva y transparente en cuanto a la información que ofrecen al ciudadano; por el derecho a que profesionales sanitarios utilicen el sistema de farmacovigilancia y eleven sospechas de RAM; por el derecho a un diseño adecuado de los ensayos clínicos; por el derecho a elevar la educación en vacunaciones; etcétera.
Lo bueno de este sistema de compensación es que se debería nutrir con fondos
de la propia industria farmacéutica. En estos momentos, la mayoría de las
sentencias en España por daños provocados por las vacunas han obligado a pagar
a la administración pública, ya que los abogados han entendido que la responsabilidad
es de la administración pública. Es la vía más adecuada, en principio, sobre
todo cuando el prospecto y ficha técnica de las vacunas ahora sí hablan de algunas reacciones adversas graves. Puede haber otras vías. Aunque son más costosas en
cuanto a la carga probatoria. Depende del caso.
El sistema de compensación permitiría acelerar las compensaciones por los
daños. Ahora bien, no arregla nada en cuanto a los derechos de los ciudadanos.
Lo único, la rapidez y el no entrar tan a fondo en la cuestión de la relación
de causalidad. Es un sistema más liviano para todos. Y seguiría "estabilizando el mercado".
Podríamos intentarlo en España, no estaría mal, por lo menos, pensarlo y
debatirlo.
Francisco Almodóvar
Abogado
Resp. Gestión y Desarrollo
Bufete RAM (Reacciones
Adversas a los Medicamentos)
www.bufeteram.com
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